Me encanta hacer pan, ver como se va haciendo en el horno y el olor que deja en toda la casa...ummm!, por eso todas las recetas que pasan por mis manos las pruebo y cuanto más peculiares sean más me llaman la atención. La receta original no llevaba romero y probe a añadirlo, con un poco de miedo porque el romero deja demasiado sabor pero fue un gran acierto porque le da un sabor muy rico.
Ingredientes
500 gr. harina de fuerza
280 ml. agua templada
1 sobre levadura de panadero
10 gr. de sal
2 cebollas medianas
2 cdas. romero
Elaboración
Picamos la cebolla y la pochamos hasta que quede transparente, la apartamos y dejamos enfriar.
Precalentamos el horno a 200º.
Mientras templamos el agua, le añadimos la harina, la levadura y la sal, procurando que estas dos últimas no entren en contacto.
Añadimos el romero y la cebolla ya fría.
Amasamos hasta obtener una masa elastica y la dejamos reposar tapada con un paño hasta que doble su volumen.
Dividimos la masa en porciones, amasamos para sacarles el aire. Le damos la forma deseada (yo los he hecho redondos) y los colocamos en la bandeja del horno forrada de papel, los tapamos con un paño o con papel transparente y los dejamos reposar de una hora y media a dos.
Pasado este tiempo, marcamos los panecillos con un cuchillo.
Pulverizamos el horno con agua abundante e introducimos 20 minutos a 200º.
Salen unos panecillos buenísimos que quedan bien con casi cualquier cosa.
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